LA HISTORIA CONTINÚA
GRUPO FLAMENCO DUENDE
La noche se fue poniendo Ãntima cuando una voz en off, ilustrada por la
guitarra de Paco, anunciaba en lo oscuro el contenido de la obra. Se fue
abriendo el telón muy lentamente para descubrir la escena con una luz tenue y
violácea que recibió a Lita la Bailaora y el colorido de sus faralaes, bailando
a compás de tientos tangos acunada por un cajón flamenco y dos guitarras, que
lucieron sus desplantes y su exquisita compostura.
Buscó FermÃn el tono para su cantar solemne y fragüero, saboreando el
mensaje de cada cuarteta con fondo musical del martillo sobre el yunque:
El Café de La Marina
El Café de La Marina
tiene la
puerta entorná
y un farol
rojo anunciando
que
está la fiesta formá.
La tarima es un salón ocupado por dos espacios con sendas mesas y cinco sillas
para los intérpretes asistentes a la
fiesta, hay, colgado en la pared, un cuadro de tamaño regular que representa un
instante de aquellas viejas glorias del flamenco y un biombo-vestuario por
donde emerge Lita en cada baile.
Esa que vende agua, es bailaora.
Baila por alegrÃas,
como ella sola,
se llama Lita,
y va vendiendo agua,
la flamenquita.
En hora y cuarto, que dura la representación, se suceden once palos del
flamenco, seis con baile y a compás: seguirilla, tientos-tangos, farruca, guajira,
alegrÃas y sevillanas, asà como los tanguillos y su gracia gaditana, la
malagueña y sus verdiales y una evocación a Manolo Caracol y su famosa zambra “La
Niña de Fuego”.
Rendimos asà el merecido homenaje a aquellos legendarios artistas del
histórico Café de la Marina que cerró sus puertas en el año treinta y seis, siendo
ellos los primeros merecedores del grandÃsimo galardón que a dÃa de hoy ostenta
el flamenco como “Patrimonio Inmaterial de La Humanidad” del que además podemos
presumir todos los españoles.
La historia continúa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario