LA IGLESIA EN
INVIERNO Paco Arana
=================================
Que sola se
queda la iglesia del pueblo.
Se fue la
cigüeña del nido altanero
y a aquel cura viejo que nos visitaba,
no le sale a
cuenta, tanto padre nuestro.
Solo la campana
tañe su concierto,
que viene a
decirnos la triste y callada
noticia, de
alguien que se ha muerto.
Qué sola se
queda la casa anticuada.
Los meses
alegres de aquel veraneo,
disipan sus
luces en pos del invierno,
dejando las
tardes sombrías de niebla,
la pálida
luna redonda de enero.
Qué triste la
noche, qué amargo el silencio
que todo lo
agranda y lo quiebra todo.
En la casa
antigua, vive el campanero
con su amada
esposa, que se asoma al cielo,
juntos de la
mano para no estar solos
en esa ventana
que les anticipa
y aparece,
amarga, la parca maldita:
La guadaña
inmunda, el frio esqueleto,
calavera
hueca con ojos de hielo.
Ella que le observa
y le ve tan enfermo,
a la
chimenea, le arrima dos leños,
que llenan la estancia de un grato destello
del hogar
afable, del hogar sereno.
Y esa misma
noche, del alba el lucero,
la lumbre
apagada, la puerta al relente...
La parca se lleva a su compañero.
Y la amante
esposa le besa en la frente,
solloza
callada para sus adentros,
y apenada y sola, reza un padre nuestro.
Paco Arana,
casi Navidad del 2019.
.