martes, 23 de mayo de 2017

EL ARPA VIAJERA


                                 EL ARPA VIAJERA                          Paco Arana
                                                
                                                       FOTO: Moncho Manso                                           
A medio día, del diez y nueve de mayo, cruzaba la ciudad de Burgos un borrascoso vecino “cantabrón”; nuestro visitante más ingrato del norte, recorría todo mi cuerpo con un tremendo escalofrío, que se me iba metiendo hasta los mismísimos huesos.
El viento arrecia pero cuando se pasea, no hay destino, así es que en llegando al Paseo del Espolón, aminoro la marcha y deambulo bajo los plataneros que ya verdeguean tímidamente con sus nuevas hojas, nacidas de su  exclusiva  estructura de ramas increíbles.
A la primera vuelta del paseo, descubro a una joven arpista que se ha instalado bajo el reloj del Teatro Principal y acaricia la melodía de un adaggietto de Mahler que suena realmente grandioso.
Está en la calle para regalarnos su música sin taquilla, ni caché, ni permiso, ni megafonía, ni bambalinas, ni tan siquiera una mañana de sol. Se ha puesto al fresco del paseo, a la sombra fría del santuario de las actividades culturales de la ciudad, invitando al viandante a dejar sobre la alfombra de su improvisado escenario callejero algún dinero, para resistir a su viaje aventurado e incierto.
Yo deposito mis monedas y aprovecho para saludar a la concertista:
-Bienvenida a la ciudad del frío.
Ella hace un tubo con las manos enfundadas, resopla el calor de los pulmones y lo envía a la punta de sus dedos, que asoman por encima de unos guantes recortados.
 -Ya venía preparada, pero no me esperaba este frio- responde al tiempo que me alarga su tarjeta de visita.   
-Elena, tú tocas muy bien ¿Qué problema? continúa por favor.
Reanuda Elena Aker su concierto con temas de Falla y Albéniz, y yo, mientras tanto, curioseo el reverso de un C.D. que tiene a la venta en su top-manta privado, donde figura todo su historial que, entre otras cosas, dice así: “Tiene en su haber conciertos con diferentes orquestas sinfónicas y agrupaciones camerísticas como Virtuosos de Moscú…”
A ver quién da más. Ella lo da todo por su música a cambio de casi nada, y es que hoy se ha inaugurado, con gran predicamento, La Feria Anual del Libro, que se ha convertido en un nutrido hormiguero de público. Clausurado el acto, se han paseado por delante de su humilde escenario autoridades políticas varias y todo un séquito de representantes de la cultura burgalesa que, sin miramientos y a tropel, han aligerado el paso al llegar a su altura y la han ignorado totalmente. Ni un momento, ni una sonrisa, ni un gesto, ni unos céntimos, ni un bravo, ni un requiebro, ni siquiera una mueca.
Nada.                                                               
                                                               Amazón libros:Paco Arana
                                                               http://tauroflamenca.blogspot.com.es/ 

  haber conciertos con diferentes orquestas sinfónicas de     

martes, 16 de mayo de 2017

EXPERTA CAMARERA



                              
                                                      EXPERTA CAMARERA

                                                Resultado de imagen de ESCENA BAR DE COPAS,CAMARERA


Con esta apariencia mía de guiri germánico que suelo pasear por la costa malagueña en mis vacaciones estivales, me han ocurrido historietas de todo tipo. En cuanto llego a la playa y me enrojece, que no broncea, el aire y el sol del estrecho, comienza el gentío local a hablarme en cualquier idioma menos en este mío propio, castellano puro y rancio burgalés.
Aquí, lo de aplicar el oído en el autobús no lo cultivo, ni falta que me hace, ya que a los guiris de verdad no los entiendo, y los andaluces auténticos imaginan, por mi aspecto, que soy yo el que no les entiende a ellos.
Bien, pues finalizada la mañana playera, el bufet de medio día en el hotel y la cabezada en el sofá, lo que toca ahora es tomar una caña en el chiringuito de abajo, ya que la parienta repite playa en horario de tarde.
La verdad es que las camareras andaluzas son simpatiquísimas, amables y unas verdaderas expertas en lo suyo.
Todavía deben de estar en la siesta los guiris y tan solo una joven de la España gaditana y cañí ocupa un banco alto en la esquina de la barra del chiringuito del barrio; me he sentado en la otra esquina y he pedido una pinta, que desborda su espuma de inmediato saltándome a los ojos. Casi nunca pasa nada, pero yo aguardo atento mientras ojeo el Liverpool Daily Post y agudizo el oido... a ver qué pasa.
La camarera que me atendió enciende un cigarro y se sirve un tubo de pacharán con hielo y apoya  media nalga sobre la cámara frigorífica para colocarse frente a la otra joven que toma café con hielo al otro lado de la barra:
-¿Qué tal la temporada con tu nuevo curro Cholis? ¿Ya te vas atemperando?
-Qué va, en la hora que dejé el hotel, pero ya no muevo ficha en lo que queda de verano; por no cruzarme con ese cabrón…
-Más te vale que le olvides, tú no le eches cuentas Cholis, ya ves los hombres, para el pago que nos dan. Búscate un pichita de verdad, un mocetón de veinte años para follar todos los días, y se lo paseas por la puerta del hotel para que te vea él y sus compañeros.
-De verdad que se lo merece Loren, pero ahora no tengo el coño para muchos ruidos, además la más perjudicada iba a ser yo, me  iban a poner a parir, seguro…  me lo tengo que  pensar.
-Sí, a ver si te va a pasar a ti como a Rosarito, que la dejó el novio y ahora se ha enrrollao con un cachas todo músculo, un cabeza hueca que vive permanentemente en el gimnasio.
-Calla, que estuve con ella hace un par de días y me dijo que lo va a dejar, que se acuerda mucho de su Rodolfo de simpático y amable que es y quiere volver con él, le perdona todo, se ha dado cuenta de que es el hombre de su vida.  Con este muy bien para pasearlo por ahí y en la cama un fenómeno, pero debe de ser muy cortito, mucha fachada eso sí…  pero algún aquel tenía que tener.
-Va, Cholis, entonces esa no le deja, te lo digo yo.
-A mí me ha dicho que quiere volver.
-Ya te digo yo que no le deja.  Y ¿sabes por qué?
-Pues no, ni idea.
-Pues no le va a dejar porque ese muchacho es tonto, a mi me parece un cacho carne bautizao, y los tontos, Choli, son los que más larga la tienen y los que más aprietan.
-Tú Loren, siempre pensando en lo mismo.
Cuando me he ido del chiringuito, me han dicho las dos mozas, casi a coro. –Bye, bye.
-Hasta mañana, buenas tardes-. Las he correspondido.

lunes, 1 de mayo de 2017

LA HISTORIA CONTINÚA


                                                        



                                         
                                           LA HISTORIA CONTINÚA  
                                         GRUPO FLAMENCO DUENDE
                    
                                               
La noche se fue poniendo íntima cuando una voz en off, ilustrada por la guitarra de Paco, anunciaba en lo oscuro el contenido de la obra. Se fue abriendo el telón muy lentamente para descubrir la escena con una luz tenue y violácea que recibió a Lita la Bailaora y el colorido de sus faralaes, bailando a compás de tientos tangos acunada por un cajón flamenco y dos guitarras, que lucieron sus desplantes y su exquisita compostura.
Buscó Fermín el tono para su cantar solemne y fragüero, saboreando el mensaje de cada cuarteta con fondo musical del martillo sobre el  yunque:                                                 
                                  El Café de La Marina
                                  tiene la puerta entorná                  
                                  y un farol rojo anunciando
                                  que está la fiesta formá.
La tarima es un salón ocupado por dos espacios con sendas mesas y cinco sillas  para los intérpretes asistentes a la fiesta, hay, colgado en la pared, un cuadro de tamaño regular que representa un instante de aquellas viejas glorias del flamenco y un biombo-vestuario por donde emerge Lita en cada baile.  
 
                                        
                            Esa que vende agua, es bailaora.
                           Baila por alegrías, como ella sola,
                           se llama Lita,
                           y va vendiendo agua,
                          la flamenquita.
En hora y cuarto, que dura la representación, se suceden once palos del flamenco, seis con baile y a compás: seguirilla, tientos-tangos, farruca, guajira, alegrías y sevillanas, así como los tanguillos y su gracia gaditana, la malagueña y sus verdiales y una evocación a Manolo Caracol y su famosa zambra “La Niña de Fuego”.
        
Rendimos así el merecido homenaje a aquellos legendarios artistas del histórico Café de la Marina que cerró sus puertas en el año treinta y seis, siendo ellos los primeros merecedores del grandísimo galardón que a día de hoy ostenta el flamenco como “Patrimonio Inmaterial de La Humanidad” del que además podemos presumir todos los españoles. 
La historia continúa.