MI
SOLEÁ ENCADENADA
Yo
vine a este mundo solo
y
me encontré con mi madre,
con
quién me voy a encontrar
el
día que yo me muera,
ahora
que no tengo a nadie.
El
día que yo me muera
que
me canten a compás
de
una guitarra flamenca.
Que
me canten a compás
y
abandonen mis cenizas
allí
donde muere el mar,
y abandonen mis cenizas
a
la voluntad del viento
que
vuela y no se enraíza,
a
la voluntad del viento
que
recorre el ancho mar
y
anida en el firmamento.
Nadie
me venga a llorar
el
día que yo me muera,
me
espera el viento y la mar.
Que me perdone la tierra.
Que me perdone la tierra.
Paco
Arana 26-05-15
En la Muy Noble y Leal ciudad de Burgos crece desde hace tiempo un poderoso árbol del Sur cuyas ramas cargadas de música, canciones y poemas que sacan chispas de alegría al chocar con las antiguas y frías piedras de sus históricos edificios,
ResponderEliminarGracias Paco por existir y crear tanto arte a tú alrededor.
Que viva el Arte! !
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